viernes, 30 de marzo de 2012

Via Crucis 2012


HOMILÍA CRISTO DEL PERDÓN. ÚBEDA 2012.

Lectura del Santo Evangelio Según S. Mateo. (Mt 5,13-16)
En aquel tiempo dijo Jesús a sus apóstoles: “Vosotros sois la sal de la tierra. Si la sal se vuelve sosa, ¿con qué se le devolverá su sabor? Sólo sirve para tirarla y que la pise la gente.
Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad construida sobre un monte. No se enciende un candil para taparlo con un celemín, sino que se pone en el candelero para que alumbre a todos en la casa. Brille igualmente vuestra luz ante los hombres, de modo que al ver vuestras buenas obras, glorifiquen a vuestro Padre del cielo”.

HOMILÍA:

- A las puertas de la Semana Santa, cuando el incienso en los pasillos, el sonido de los tambores… y las nubes… vienen anunciándonos que ya están cerca los días en celebramos el Amor hasta el extremo de Dios con nosotros….

- Pero no sólo el incienso y los tambores nos dan pistas de que algo sucede… En este día, una parte significativa de la sociedad expresa su desacuerdo con las medidas que se están tomando para intentar reactivar la economía y volver a crear el empleo que tanto necesitan los hombres y mujeres de nuestra sociedad…

- Evidentemente no es mi intención hacer política, pero no podemos olvidarnos de las necesidades de tantas personas que nos rodean, de muchos incluso que están aquí esta tarde, y centrarnos sólo y exclusivamente en la imagen del Señor Crucificado. Ya nos lo recuerda el mismo Evangelio cuando, al ascender Jesús al cielo, los ángeles sacuden la conciencia de los apóstoles: “¿Qué hacéis ahí, embobados mirando al cielo? Volved a Jerusalén” al día a día, a lo cotidiano, a las ilusiones, proyectos, dificultades, angustias, necesidades, aspiraciones, preocupaciones… de quienes os rodean, a la vida de Úbeda… que necesita una Buena Noticia, un mensaje de esperanza, un testimonio de Amor, una nueva oportunidad en tantas cosas…. Un Perdón compasivo… Y es que venir a celebrar el Viacrucis con la imagen del Cristo del Perdón es estar dispuesto a arrimar el hombro, estar dispuesto a salir a la calle, estar dispuesto a comprometerse con lo que Él se comprometió, el dar a los seres humanos un mensaje de vida… Cristo del Perdón, ten misericordia de nosotros.

- Ser costalero, portador, o como llaméis en Úbeda a quienes llevan las andas, es todo un símbolo: representáis a todos los que esta tarde deseamos llevar al Señor Jesús a los hombres y mujeres de Úbeda. Llevarle su Palabra, su Buena Noticia, acercarles esos brazos abiertos donde cabemos todos, todos, hasta quienes hace tiempo que no le han mirado, los que le han dado la espalda, los que han dudado, los que creen no necesitarle, los que han confundido las incoherencias de las personas de Iglesia –que las tenemos- con la buena Noticia de Jesús… Ser portador o Costalero es querer llevar a Jesús a todos... que nos ofrece su perdón. Cristo del Perdón, ten misericordia de nosotros.

- Quienes habéis formado la banda que esta tarde acompañará al Cristo sois también un modelo para todos nosotros: nos recordáis la necesidad de llamar la atención, de gritar fuerte, de zarandear a quienes viven o vivimos en la rutina, en lo de siempre… Tocar los tambores es gritar a los cuatro vientos que no todo está perdido, que hay posibilidad de una nueva oportunidad si la queremos acoger… que los brazos del Señor Jesús están extendidos deseando acogernos… que no nos espera un castigo… sino el Perdón. Cristo del Perdón, ten misericordia de nosotros.

- Quienes lleváis la cruz al cuello nos recordáis a todos el mandato de Jesús que anuncia del Evangelio: “quien quiera venir tras de mí, que cargue con su cruz y me siga”… Cargar con la cruz es asumir que no somos perfectos, que metemos la pata, que en ocasiones en lugar de crear comunidad, Iglesia, grupo, Escuela… dividimos, que no siempre somos testigos de Jesús, misioneros, sino anunciadores de nuestras subjetividades, de nuestra forma de ver las cosas… que en lugar de ver en los otros un complemento, una ayuda, un apoyo, una ocasión para crecer, les entendemos como amenaza, competencia, enemigo… y por eso, cargar con la cruz no es justificarnos en nuestro egoísmo, sino reconocer que también nosotros necesitamos su Perdón… Cristo del Perdón, ten misericordia de nosotros.

- Quienes lleváis esas velas nos hacéis ver lo importante que es llevar a quienes nos rodean una palabra de esperanza, un consejo, un apoyo, una propuesta nueva, una sugerencia que ayude a abrir los ojos y ver más allá… una luz, un destello, reflejo que quien es la Luz del mundo y de cada uno de nosotros… Cristo del Perdón, ten misericordia de nosotros.

- Quienes nos vais a ayudar leyendo algún texto, una estación, una oración, la Palabra de Dios, y también los que prestáis vuestra voz en la Coral o vuestro arte en la pequeña orquesta de cámara significáis la importancia de alzar la voz, de decir una palabra oportuna, de denunciar la injusticia y la opresión al ser humano, de protestar y no conformarse cuando los valores que se nos transmitan no sean los de Jesús y los de su Evangelio, Sois signo que nos recuerda que hemos de ser personas que en lugar de hacer la guerra y crear conflicto buscamos la paz e invitamos a la reconciliación… y al perdón. Cristo del Perdón, ten misericordia de nosotros.

- Quienes lleváis semanas organizando este viacrucis sois para nosotros la imagen del servicio y de la ayuda, de aquellos a quienes el Señor envió a prepararle el camino… Anunciadores, misioneros, servidores, de quienes ÉL se vale para anunciarnos a todos que hay una Palabra de Perdón para el que es capaz de mirarle a cala cara… Cristo del Perdón, ten misericordia de nosotros.

- Quienes nos acercamos a rezar este Viacrucis sin andas, sin tambores, sin cruces y sin velas, sin haber organizado nada, los que caminaremos tras el Señor en silencio, sin conocer el camino… expresamos con nuestra presencia el deseo de vivir como Jesús, de andar tras sus pasos, de aprender de Él para servir mejor a quienes nos rodean… con nuestras limitaciones y torpezas, con nuestros miedos y egoísmos… pero aquí estamos, porque también necesitamos la mirada de Perdón del Señor. Cristo del Perdón, Ten Misericordia de nosotros…

- Estas palabras del Evangelio nos vienen esta tarde como anillo al dedo… Si vivimos así, si nuestra vida –y no sólo una tarde o una semana al año- es mirar al Señor y mirar a la gente que nos rodea, es anunciarlo, es gritar su mensaje, es ofrecer su perdón, es trabajar por la llegada de su Reino, es servir como Él quiso que lo hiciésemos, es reconocer que no todo lo hacemos bien pero que no tiramos la toalla porque queremos en todo amar y servir a Dios y al ser humano, que es lo que más quiere… entonces cada uno de nosotros somos luz del mundo y sal de la tierra… Y, si no lo hacemos, si esto se queda en un mero desfile con el Cristo, si nuestra vida no supone una mano tendida para el hermano a quien Dios ama… seremos esa sal que se vuelve sosa o esa luz escondida para que no se vea; no servirá para nada.
Quiera Dios que -porque Cuaresma es tiempo de conversión y nosotros tenemos deseos de dejarnos tocar cada vez más por el amor de Dios- nuestras buenas obras sirvan para que otras personas, los más alejados, quienes más sufren, los que viven sin esperanza, algún día, y de algún modo, puedan dar gloria a Dios. Así habrá tenido sentido este Viacrucis que vamos a celebrar a continuación: porque nos habremos implicado acompañando al Señor en su Pasión, y porque habremos sido portadores de la Buena Noticia del Perdón de Dios a la gente de nuestro pueblo.

Fernando Arjona, SJ

2 comentarios:

  1. un año más enhorabuena!

    una lástima que este año no haya podido ir..

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